Si bien, las ganas de aprender pastelería surgieron de querer perfeccionar y profundizar un pasatiempo, después de analizarlo y pensarlo mejor me di cuenta que podría llegar a ser más que un juego. Así es que me dispuse a averiguar más información sobre el arte pastelero.
Obviamente empecé por donde siempre empiezo todo... por Internet. No tengo amigos que estudien, vivan o trabajen de algo relacionado a la gastronomía (bah, solo un conocido, que es bartender) por lo que de referencias, nada. Empecé buscando las mejores escuelas. La madre de una amiga del secundario había estudiado en la escuela del Gato Dumas y le fue bastante bien, por lo que me contacté vía web. Después leí en algún foro que Mausi Sebess es de las mejores, porque las clases son reducidas y tiene otras muchas bondades más, pero a mi, que vivo en Quilmes y trabajo en Barracas me queda a kilómetros luz de distancia, por lo que queda descartada. Lo mismo me sucedió con Ott College y The Bue Trainners, que están en Ezeiza, y aparte, no me gusta el nombre en inglés (?), el Gato Dumas, está en Belgrano y los horarios de clase arrancaban a las 18.40hs por lo que tampoco .
Las opciones entonces eran: IAG (Instituto Argentino de Gastronomía) donde está el groso de Gross (que es tan genio, que hasta cumplimos años el mismo día) y el simpático y popular Ariel Rodríguez Palacios, EAG (o Escuela de Arte Gastronómico), IEA (Instituto Educativo Argentino), IGI (Instituto Gastronómico Internacional) y alguno más pero no del todo bueno por lo que ni siquiera lo menciono. De todos estos, el IAG es el mejor, obviamente. El mejor por los profesores que dice tener, por la ubicación, por los seminarios y pasantías y por miles de cosas más que hacen que la compres como la mejor. Pero yo no caigo en esa (?). No, la realidad es que compré, quise averiguar porqué es la mejor.
El miércoles pasado, me acerqué hasta una de sus sucursales, la de Capital Federal que queda en Avenida Santa Fe. Queda en una galería, subí un par de escaleras y no había señalización de ningún tipo, ni siquiera una recepcionista. Leí en la última puerta que decía "Informes e Inscripciones en Sede Montevideo" por lo que me acerqué hasta ahí. Cuando llegué había una sola persona esperando para ser atendida, por lo que me entusiasmé, aparte de que en la entrada hay un ventanal imponente que da a una de las aulas prácticas y se podía ver a los alumnos realizando preparaciones y toda la maquinaria gastronómica.
Cuando estaba por llegar mi turno una de las dos recepcionistas parecía nerviosa y miraba constantemente su celular, empezó a atender al chico que estaba antes que yo y a mitad de la primera frase lo interrumpió y se puso a hablar con su compañera. No sé que le dijo, pero la colega terminó atendiendo al muchacho. Parecía que a la empleada le había pasado algo, pero no, a los cinco segundos preguntó quien seguía y ahí fui yo. Me senté y le expliqué que quería averiguar información sobre la cursada de la carrera y me respondió con un seco "no hay mas vacantes, recién tenés para el 2013". "Ok", le dije, "me podés asesorar de qué trata, o los costos de las cuotas, la matricula..." Me dio un folleto muy lindo y, sentada en su silla de oficina, munida de su 'smartphone', giró la silla, me dio la espalda y no me habló más.
Malísimo. Yo he trabajado en atención al cliente cara a cara y jamás atendí a alguien así. No quiero creer que serán siempre así, pero el hecho de que no me presten 5 minutos de atención me da la pauta que son TAN buenos que no se preocupan mucho por la atención al cliente potencial. Definitivamente, tendrán muchos beneficios, su cuota es medianamente cara, pero no pienso anotarme ahí. Tal vez en un futuro haga algún curso específico o no se.
Así que voy a seguir con mi peregrinación, jaja. Tengo en vista el EAG, que tiene seminarios con varios chef importantes, como Borja Blázquez y Olivier Hanocq, y dentro de todo es económico. El IEA me dijeron que es MUY malo, y ya el hecho de ser un instituto que tiene 3215 carreras y títulos diferentes, me da la pauta que no son de lo mejor. Los horarios del IGI no me coinciden con el laburo así que también quedó descartado.
Elegir bien es la cuestión. Si fuera por mi, elegiría al mejor de todos, pero si bien a veces los precio son elevados, algunos me quedan totalmente a tras mano de todo. Prefiero invertir la diferencia entre el mejor y el intermedio en clases de francés, equipamiento y libros. Pero hay que pensarlo concienzudamente y no caer en quien es "el mejor" o el que más publicidad hace.
me pasó lo mismo que a vos!!! encontré tu escrito porque estoy buscando referencias del EAG, porque me encantaría ingresar al IAG, pero hay que esperar hasta el año que viene y la cuota es el doble...en el EAG cursas una vez x semana en cambio en el IAG dos, pero aún sigue siendo más accesible! exitos! besos!
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